viernes, 31 de agosto de 2012

Blatter El Mundial 2014 en Brasil funciona y va por buen camino



Blatter  El Mundial 2014 en Brasil funciona y va por buen camino


El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, dijo en una entrevista exclusiva a la AFP que la preparación del Mundial de Fútbol del 2014 "funciona" y ya no hace falta llamar la atención a los brasileños, dejando atrás sus críticas sobre el retraso en las obras. "A los brasileños ya no les llamamos la atención, no, funciona. Lo que ha cambiado es la entrada de un miembro del gobierno en el comité local (de organización)”, dijo Blatter. "No se puede organizar un evento como el Mundial sin un representante del gobierno, para la seguridad, las telecomunicaciones, los satélites, las infraestructuras, las carreteras, los trenes, los aviones.

Pero hasta ahora el comité de organización había dicho 'no'”, precisó. "Todo funciona, he visto el informe técnico: ya no hay nada en rojo, hay poco en amarillo, mucho verde, han entendido que tenían que darse prisa”, dijo Blatter antes de advertir, que sin embargo Brasil tendrá "problemas internos". "La gente trabaja mucho, va a costar más de lo previsto, pero se terminará”, advirtió la máxima autoridad futbolística del planeta, antes de exclamar: ¡¿Se imaginan? La Copa del Mundo en Brasil?!" "Desgraciadamente, no habrá suficientes entradas para todo el mundo ", advirtió Blatter. "Romario (antigua estrella de la Seleçao), al que he recibido, quería que todos los brasileños tengan la oportunidad de tener una entrada, pero hay 200 millones de habitantes en Brasil y 3 millones de entradas.


Ha tenido que poner las cosas en su sitio", sostuvo. "Romario, ha visto que los millones de entradas es también para toda la familia futbolística (todos los países), es un cuestión de solidaridad", subrayó el dirigente suizo. "Para hacer entender la solidaridad a Brasil, sexta potencia económica del mundo, no es fácil, pero todo saldrá bien. Imaginen, el país del fútbol, es maravilloso, todos los que adoran el fútbol quieren ir", dijo.




Fuente: El Comercio

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