sábado, 29 de diciembre de 2012
'Felipao' en la 'Peni'
'Felipao' en la 'Peni'. En la parte exterior de la Penitenciaría del Litoral todos se quedaron ‘helados’ cuando vieron a Felipe Caicedo del Lokomotiv de Rusia y la Tricolor llegar en su carro. El delantero se bajó del auto y comenzó a realizar los trámites para poder ingresar dos camiones con víveres, eran 50 quintales de arroz, 280 pollos y cajas de aceite. Eran su regalo para los privados de libertad.
El sol estaba más fuerte y el jugador sudaba como si estuviera en el área para definir un gol.
Eran las 11:00 de ayer y debíamos ingresar para el chequeo. Junto al futbolista internacional estaban sus amigos Carlos “Chunchi” Quiñónez de Liga de Loja y Brayan de la Torre de Barcelona, a ellos se sumaban los amigos de “Felipao”.
“Mira, estaba en mi cama y recordé la Peni Champions, y era como si Dios me decía lo que tenía que hacer, y me puse como meta venir hasta acá”, expresó Felipe, quien no dijo lo que llevaba como regalo para los internos.
“Son personas que por cosas de la vida están acá y qué mejor de venir y poder estar unas horas y hacer que se olviden de sus problemas, y si eso sirve de algo gracias a Dios”, expresaba el jugador.
La revisión se ha hecho y Felipe, Brayan y Carlos están adentro.
Los privados de libertad lo saludan desde la parte de arriba de los pabellones, “esto quería hacer y gracias a Dios y a las autoridades de la Penitenciaría por darme las facilidades”, decía Caicedo que en enero volverá a Rusia.
Era hora de entrar donde estaban los pabellones. El director de la “Peni” Héctor Reyna recibió al jugador. “Pilas Felipao... nos vamos a Brasil 2014”, le dijo.
“Ya sabes cuando venga a jugar en el Ecuador, Barcelona te espera”. Le gritaban desde las rejas.
A pocos metros estaba la cancha del pabellón Renacimiento. No era de césped ni cancha sintética, era de cemento.
Caicedo, De la Torre y Quiñónez saludaban a los privados de libertad, algunos pedían autógrafos para sus familiares.
Sigan luchando
El Grupo Fénix colocaba el sonido para la parte musical, mientras llegaban los cantantes Carlos Prado y Gustavo Enríquez.
“Felipao” habló para los internos: “Dios me puso de que venga y poder compartir con ustedes un momento, vamos a jugar y esperar que ustedes la pasen un poco diferente al resto de días y que sigan luchando en la vida”.
Luego Brayan de la Torre expresó que estaba para apoyar las causas deportivas de los internos.
Roberto Bonafont, comentarista de Gama, y José Vicente Ponce, reportero de Ecuavisa, hablaban y bromeaban con los internos.
Pero la hora llegó, Paolo Cedeño el líder de los proyectos de educación y deporte de la “Peni”, expresó que se iban a realizar varios partidos, pero que primero iban a jugar el equipo de los amigos de Felipe frente a un plantel de los privados de libertad liderados por Nixon “Yaguachi” Ortega que actuarían con camisetas de color verde.
Dos tarjetas de créditos servían para que el árbitro imparta justicia.
Esta vez Felipe Caicedo, De la Torre y Quiñónez no tuvieron camerino, ni entrenador que les diga como iban a jugar.
Los jugadores se sacaron la camiseta y se colocaron un chaleco y en segundos ya eran los del equipo anaranjado. Cambiaron los zapatos de pupos por los de lona.
Hugo Tamayo, exjugador y uno de los internos que jugó ante “Felipao” decía: “la plena Felipe Caicedo cumplió, lo leímos y creíamos que era una inocentada, pero buen dato el pana que nos venga a visitar, este brother es de verdad, creo que es el mejor regalo que nos puede dar a quienes estamos aquí, ahora entendemos porqué Dios lo bendice. Jamás imaginé que lo iba a tener de rival ahora, antes habíamos peloteado cuando estaba en Rocafuerte en las divisiones menores”.
Los comentarios recorrieron los callejones de la “Peni”, “Felipao”, De la Torre y Quiñónez jugaban en la cancha de cemento.
Dos acciones de Caicedo fueron para el aplauso... el marcador era lo de menos, aquí todos querían ver en vivo y en directo al goleador de la Tricolor.
“Sabes esto lo soñé y le doy gracias a Dios porque todo ha salido bien”, expresaba Caicedo.
De la Torre, cuyo padre trabaja en el centro penitenciario, dijo que era una buena causa estar unas horas jugando con los privados de libertad.
Una de las personas que más disfrutó y se emocionó fue el interno “Calolo”, famoso hincha de El Nacional que conoce bien a los futbolistas profesionales.
En la “Peni” jamás olvidarán que un 28 de diciembre del 2012 llegó Felipe Caicedo y sus amigos a disfrutar del deporte.
“Las cosas hay que hacerlas ya, y me siento tranquilo porque se lo pudo hacer y hubo el apoyo de mis primos, los chicos con quien jugamos y el tiempo de Brayan de la Torre y Carlos Quiñónez y gracias a todos los que nos dieron la mano, pero hay que seguir trabajando en muchas cosas con la ayuda de Dios”, comentó “Felipao”.
Fuente: Extra
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