sábado, 29 de diciembre de 2012

Más de 50’000.000 invirtieron los clubes en este año que se va.


Más de 50’000.000 invirtieron los clubes en este año que se va.

Más de 50’000.000 invirtieron los clubes en este año que se va. Las  chequeras de los dirigentes de los 12 clubes que participaron en el Campeonato Nacional se movieron de manera incesante durante el 2012. Si se suman los   presupuestos individuales, resulta que la inversión exacta de los equipos de la serie A llega a los $ 50’600.000.

En el 2011 esa cifra fue inferior: $45 millones de dólares. ¿Qué produjo ese incremento? Un detalle determinante: las altas sumas que los directivos invirtieron en la contratación de refuerzos para sus plantillas.

Según un análisis matemático de El Telégrafo, los clubes desembolsaron cerca de $ 25 millones en la conformación de sus equipos. Liga de Quito, Barcelona, Emelec y Deportivo Quito pagaron $ 5’175.000 solo por sus refuerzos extranjeros.  

Liga de Quito “sacudió” el mercado nacional en enero pasado al pagar $ 2,5 millones por el 50% de los derechos deportivos del delantero argentino Ariel Nauelpán. El atacante fue el jugador más caro del campeonato local.

Según los registros del Servicio de Rentas Internas (SRI), los “albos” pagaron este año $ 23.300 de impuestos por la salida de divisas. En el 2011, por ese mismo rubro, desembolsaron $ 48.796.

Barcelona también hizo “temblar” al mercado de pases. En enero canceló $ 1,3 millones por la cesión, por tres años, de los derechos deportivos del defensa de la  Selección Nacional Frickson Erazo.

En junio hizo algo similar. Transfirió de sus cuentas bancarias la suma de $ 1,1 millones para efectivizar la continuidad del volante de creación argentino Damián Díaz. Los “canarios” compraron sus derechos deportivos, en su totalidad, por tres años.

Según un estudio de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), no es exagerado afirmar que el fútbol nacional mueve cada año, indirectamente, cerca de 100 millones de dólares.

El documento detalla que esa cifra aproximada hace que la economía nacional no  pueda prescindir del fútbol en sus cuentas. El informe asegura que a toda la práctica futbolística  debe sumarse lo que se produce informalmente alrededor de esta disciplina: comida, camisetas, reventa de taquilla, apuestas, etc. Este conjunto de datos -más otros menos gruesos- hacen pensar, dice la Flacso, en que el fútbol mueve un monto superior al 3 por ciento del Presupuesto General del Estado.

Independiente del Valle es el único club de Pichincha que consta como compañía limitada en la Cámara de Comercio de Quito. El propósito de tener esta categoría se debe a la visión empresarial con la que esta institución incursiona dentro del balompié rentado.

Para este año, financiado con la venta de derechos de televisión, taquilla y venta de publicidad, la entidad espera contar con un presupuesto de $ 3'500.000.

Según Santiago Morales, responsable del marketing en Independiente, esa previsión económica podría aumentar con la venta de jugadores juveniles y los réditos de la Copa Sudamericana.  

El mecanismo de distribución será igual que en 2012. Del presupuesto global, el 20 por ciento se destinará a las divisiones formativas y el 10 por ciento a gastos como movilización y viáticos. Óscar Lara, coordinador del primer equipo, manifestó que la misión del club es mantener estabilidad con los empleados del representativo, es decir, los futbolistas.

Aunque desconoce las cifras, porque eso lo maneja la gerencia (cuyo titular está fuera del país), Lara dice que Independiente mantiene convenios con empresas como la línea aérea Tame y la proveedora de alimentos Pronaca, que le brindan  atención bajo canjes.

Tame le da cobertura cuando viaja a presentarse en Guayaquil, Cuenca, Manta y Loja; mientras Pronaca le entrega alimentos para las concentraciones de los deportistas. Parte de esos bienes y servicios, Independiente los canjea con publicidad.

Por su parte, el retorno de Aucas a la primera B emociona a sus fanáticos, y como para nadie es desconocido el arrastre popular que tiene, sus dirigentes estudian cómo atraer inversionistas.

La institución desea optimizar el proyecto del 2012, cuando se creó la tarjeta de afiliación Socio e Ídolo Auquista, que ofrecía múltiples beneficios para los socios (premios a través de sorteos, oportunidad a que los niños salten a la cancha con el equipo) y, lo más importante, convertirse en socio con voz y voto en la asamblea.

Para conseguir adhesiones se manejó una incisiva estrategia de difusión con medios de comunicación, redes sociales, internet, mailing, boletines, etc. La directiva le dará mayor fuerza a ese emprendimiento.

Según datos proporcionados por Sociedad Deportiva Aucas en 2011, bajo la antigua administración solo podían sufragar en la asamblea los “socios de 500”, o sea quienes cancelaban 500 dólares al año, valor que pocos podían pagar. Esa temporada, la entidad registró apenas 35 aportantes fijos. En 2012, gracias a la amplitud de captación, se cerró con 340 socios afiliados.

En 2013 el reto es elevar todo lo que sea posible y aunque no se informó cómo se piensa capitalizar al ente, los administradores quieren darle solvencia.
Este año, con la meta de vender la marca, se abrió un almacén en los exteriores del estadio.

Aucas y su eslogan son reconocidos por el Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual (IEPI) y el club es el único autorizado a comercializar sus productos oficiales. De cara a 2013 se prevé aumentar la variedad de artículos (gorras, muñecos, camisetas, jarros...) e inaugurar otras tiendas.

El fútbol barrial
El estudio de Flacso se extiende incluso al balompié barrial quiteño. En Quito hay 226 ligas deportivas barriales que realizan 4.944 partidos de fútbol cada fin de semana y que agrupan a 250.000 deportistas.

Estos partidos son arbitrados por no menos de 2.500 jueces y se juegan en más de 600 canchas. Si cada uno de los jugadores y árbitros porta un uniforme de alrededor de $ 100 dólares por año (zapatos, camiseta, short, vendas y medias), ello significa que solo por este rubro hay una inversión no menor a los 25 millones de dólares al año.

Además hay que incrementar otros gastos en el mantenimiento de las canchas, en los árbitros, en las cervezas y en la comida (propios del "tercer tiempo" del fútbol barrial). Si se extiende conservadoramente estos datos al conjunto del país, se podría afirmar que el deporte barrial mueve unos 100 millones de dólares a escala  nacional.
















Fuente: El Telégrafo

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