domingo, 30 de diciembre de 2012

Las Palmas de Esmeraldas, cantera de talentos


Las Palmas de Esmeraldas, cantera de talentos

Las Palmas de Esmeraldas, cantera de talentos. Jugando fútbol en el sector de Las Palmas, Esmeraldas, los equipos ganadores sacan aunque sea para ‘las colas’. En esta playa todos los días se forjan los futuros jugadores que alimentarán a los equipos profesionales del país e, incluso, a algunos del mundo.

“Este lugar siempre me trae recuerdos, porque aquí me hice. Tener esta playa acá es una gran ventaja”, afirma, mientras observa un partido amistoso, José Castillo, volante ofensivo de la Universidad Técnica de Cotopaxi (UTC).

Es una mañana nublada, cerca de 40 chicos, divididos en cuatro equipos, juegan partidos recreativos ante la atenta mirada de

Johnny Montaño, entrenador del club Vargas Torres de la segunda categoría de Esmeraldas.

“Nuestra tarea es formar chicos y llevarlos a distintos planteles de Ecuador. Hemos rescatado a varios de la calle y actualmente siguen en actividad”, destaca el DT.

De los más recientes prospectos que saltaron de Esmeraldas al profesionalismo está Joao Montaño, nuevo fichaje de Liga-Q. “Él es nuestro amigo, jugaba con nosotros”, dice Stalin Caicedo, quien se encuentra sentado sobre la arena aguardando su turno para actuar.

Él pertenece al club Juventus de Esmeraldas y junto a Víctor Chichande y Jefferson Arboleda observan los dos partidos de 8 vs. 8, que se arman en la arena junto al mar. Otro elemento que fichó por un equipo de primera es Joel Preciado, de 18 años. En 2012 actuó en la Sub 20 de Deportivo Quito.

“Me gusta mucho jugar al (fútbol) playero, pero no descalzo, porque los pies me arden. Es divertido; es como el juego de la calle”.

El playero, con reglas propias
Para Caicedo, delantero de 16 años, en Las Palmas se profundizan bastantes conceptos y se gana fuerza en la piernas. “Si son malos como él (Jefferson), acá te haces bueno como Antonio Valencia”, bromea.

Para Arboleda, lateral derecho del club Vargas Torres, disputar partidos amistosos en este sector tradicional de Esmeraldas es ‘bacano’. “Te desenvuelves más y aprendes a moverte mejor. Me encanta el juego de Damián Díaz y Frickson Erazo. Deseo jugar en Barcelona como ellos”, afirma con una sonrisa el hincha ‘canario’, de 19 años.

Justamente, Erazo dio sus primeros pasos disputando compromisos playeros en Las Palmas. “Cuando vienen de vacaciones, Erazo, Pedro Quiñónez, Juan Carlos ‘La Hormiga’ Paredes, Darío Bone y hasta Carlos Tenorio juegan acá”, cuenta Víctor Chichande.

“Ya nos conocen y se integran con facilidad. Me gusta jugar contra ellos, para demostrarles que nosotros también tenemos condiciones”, manifiesta Caicedo, el más animado de los tres amigos.

Para Joel Preciado, quien regresó a su provincia por las vacaciones, Las Palmas es un semillero de talentos. “El esmeraldeño tiene buenas condiciones y creo que aquí, en la playa, es donde uno se hace como jugador”, comenta mientras el mar moja sus pies. Montaño cree que el trabajo que hacen ayuda para que cuando salgan de Esmeraldas ya estén formados.

La modalidad del playero en Las Palmas es distinta al fútbol tradicional, se juega ocho contra ocho con arcos de palos, que miden dos metros de largo. “Solo valen los goles rodados, si el balón topa el agua, dependiendo de lo acordado antes, se dictamina saque lateral o se sigue jugando nomás”, indica ‘Pepe’ Castillo.

Durante los cotejos cada jugador coloca 25 centavos a la ‘vaca’. “No se juega solo por la plata, se lo hace más por el orgullo y el tratar de ganar”, agrega el jugador de la UTC, parado sobre la arena que lo vio crecer. Ese mismo concepto maneja Stalin Caicedo. “Aquí nadie desea perder. Todos defienden su dinero o sino no toman cola”.
















Fuente: PP

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