Pequeño de estatura, de contextura delgada y siempre identificado con la chompa amarilla de Aucas así se encuentra en las prácticas del plantel a Fabián Larco el utilero del Aucas quien trabaja de manera silenciosa para que los jugadores tengan todo listo antes de cada entrenamiento o de los encuentros futbolísticos.
RECIBIÓ SU REGALO DE NAVIDAD
Para Fabián que el equipo haya logrado el ascenso a la serie B del campeonato ecuatoriano es el regalo de Navidad adelantado que recibió de Dios.
“Todos los días desde que inició el torneo le pedía a ‘papito’ Dios que nos dé el ascenso y Él me dio ese regalo por Navidad y le estoy muy agradecido”, manifestó lleno de alegría el utilero del equipo.
Al término del partido jugado el domingo pasado mientras jugadores, directivos e hinchas se abrazaban celebrando la victoria don Fabián no celebró y continuó su trabajo.
“Escuché el pitazo final y salí del camerino a recoger los balones y las cosas de los jugadores, para que no se pierda nada, hice eso e inmediatamente regresé al camerino a guardar las cosas, luego de un rato entraron los jugadores y nos abrazamos con todos”, acotó el hincha y trabajador de Aucas.
SUEÑO HECHO REALIDAD
El utilero del equipo lleva seis años dentro del grupo, para él trabajar en Aucas es el sueño de su vida hecho realidad.
“Ya llevo seis años con el equipo, antes le ayudaba a mi esposa quien era la que lavaba la ropa de los muchachos y yo le ayudaba. Cuando el equipo descendió el utilero de ese entonces también se fue y yo ocupé ese lugar. Édgar Tinoco era el hombre de la utilería yo me llevaba bien con él y aprendí mucho por eso no me compliqué en el trabajo”, manifestó Larco mientras guarda la ropa de entrenamiento de los jugadores.
Un poco tímido al hablar, Fabián, cuenta que trabajar en Aucas es el sueño de su vida realizado, “de joven era futbolista, jugaba en las ligas barriales nunca pude jugar profesionalmente y como era hincha de Aucas siempre quise estar vinculado a la institución y ese sueño se me hizo realidad, soy un hincha de corazón”.
GRANDES AMIGOS
Hablar de sus vivencias con el equipo le produce nostalgia porque han sido cosas buenas y malas las que ha pasado con el grupo de jugadores, “los descensos han sido tristes, pero disfrutar de las victorias del equipo es algo único que no se puede describir.
Por la institución han pasado grandes deportistas, unos han sido buenas personas otros no tanto pero he podido hacer grandes amigos como Juan Francisco Aguinaga, Omar de Jesús, Jaime Iván Kaviedes quien con su humildad se ha convertido en mi asistente de utilería, porque siempre me ayuda con las cosas a ellos los considero unas grandes personas. De verdad lo que me ha dado este equipo es grandioso”.
TIENE SU PROPIA CÁBALA
En cada partido que juega el equipo don Fabián comenta que sufre demasiado como si fuera él quien estuviera en la cancha y que antes de vincularse al equipo no creía en las cábalas pero ahora sí.
“Con el Aucas se sufre cada que los muchachos juegan, yo les colaboro trabajando bien y teniendo listo todo lo que ellos necesitan, aunque ya pienso como muchos de ellos que no quieren jugar sino es con una camiseta determinada o unas mismas medias por eso yo desde que empezó el torneo les di a los jugadores suplentes chalecos negros y a los que calientan les doy los de color tomate y nos ha ido bien por eso no cambio los colores usted es testigo de lo que pasó el fin de semana”, añadió.
Es muy querido
La humildad y sencillez de Fabián Larco le han hecho merecedor del cariño de jugadores y cuerpo técnico, Julio Asad el estratega de Aucas manifestó, “Fabiancito es un gran hombre muy humilde y muy trabajador, muchos no lo toman en cuenta pero él es el más importante del grupo sin él no pudiéramos jugar, aquí en el equipo lo queremos mucho”.
Fuente: Extra
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